viernes, 11 de enero de 2013

Nudo CM 1

Marcos sentía la necesidad de compartir con alguien lo que le había pasado y allí, junto a él, estaba la persona adecuada, su hermano mayor.
Pau siempre estaba dispuesto a ayudar a su hermanito y esta vez no sería una excepción.
Marcos susurró a su hermano mayor que unos segundos antes de que la alarma de incendios sonase en el colegio, la moneda que Marcos había encontrado en el suelo y que se había guardado en el bolso del pantalón, inexplicablemente, se había caído al suelo, y justo cuando Marcos se había agachado a recogerla, la moneda, como por arte de magia, rodó y se alejó de su alcance. Marcos siguió contando a Pau que la moneda se alejaba de él como si tuviera vida propia y que no quería dejarse coger. Fue entonces cuando Marcos se tiró con fuerza a por ella y logró alcanzarla agarrándola fuerte en su mano y por eso se golpeó la cabeza con una mesa y perdió el conocimiento.
Pau se esforzó para dar una explicación lógica a lo que su hermano le estaba contando y tranquilizarle, pero el niño sabía lo que había ocurrido y presentía que aquella moneda encerraba un gran misterio.
Esa misma mañana dieron el alta a Marcos y se marchó a casa con su familia.

Los días siguientes pasaron con normalidad y todos olvidaron lo que había ocurrido. En el colegio ya nadie hablaba del incendio y hasta Marcos empezó a creer que todo había sido producto de su imaginación.
Un día, al salir de clase, cuando el niño estaba esperando a que su madre lo recogiera para ir a casa, vio con sorpresa otra moneda similar a la que meses atrás había encontrado. Estaba justo al borde de la carretera, y cuando se agachó a recogerla, igual que la otra vez, la moneda giró y casi cae por una alcantarilla. Marcos tuvo reflejos y la pudo coger, pero casi le atropella un coche que tuvo que frenar bruscamente para no aplastarle. El corazón le latía con fuerza y no se atrevía a abrir la mano para mirar la moneda. Se armó de valor y echó un vistazo rápido. La moneda era del mismo tamaño que la anterior, era de un intenso color dorado y por ambas caras había unos símbolos extraños que no se parecían a nada que Marcos hubiese visto anteriormente. No eran exactas, el entramado de líneas no coincidía, pero podrían llegar a encajar con mucha imaginación.
Marcos no dijo a nadie que había encontrado la nueva moneda, pero en cuanto llegó a casa buscó la primera moneda en la caja en la que la había guardado meses antes.
Todo era muy extraño y Marcos tenía muchas preguntas ¿De dónde venían aquellas monedas tan extrañas? ¿Qué secreto guardaban? ¿Por qué se las encontraba él?
Tenía que empezar a contestar todas aquellas cuestiones e investigar. Se puso manos a la obra.

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