sábado, 27 de abril de 2013

¿Estaban soñando?

Todo tenía que ser un sueño, no podía estar ocurriendo aquello de verdad. ¿Cómo habían llegado hasta allí? ¿Cómo podían regresar a su casa con su familia?
Los dos estaban muertos de miedo y llenos de preguntas. Las monedas habían hecho que ambos llegaran a ese extraño lugar y no sabían el motivo. Ahora estaban presos y debían pensar en una solución.
Ambos llevaban sus monedas bien guardadas y empezaron a sacar conclusiones. El escudo que se había proyectado en la pizarra de la clase, era el escudo que presidía el castillo y que estaba presente en todas partes. Ana y Marcos sacaron las monedas y las pusieron sobre el suelo de tierra de la celda en la que se encontraban. Las cuatro tenían símbolos diferentes, lineas que se entrecruzaban y signos geométricos. Todas eran del mismo color y del mismo tamaño. Con un palo Marcos comenzó a hacer dibujos alrededor imitando las lineas que ambos habían visto proyectadas.
De pronto escucharon unos pasos que se acercaban y Ana escondió las monedas. Unos guardias iluminaron el interior de la mazmorra con unas antorchas. Era la niña que estaba junto al rey  Morlando cuando llegaron al castillo. Se acercó a las pesadas rejas de barrotes de hierro. Era una joven alta, algo desgarbada. Iba vestida con una capa larga y negra y se llamaba Altea. Tenía el pelo y los ojos oscuros. Su tez era muy blanca y le daba un aire enfermizo. Marcos se acercó para verla mejor y se sorprendió cuando vio  lo que la joven llevaba colgado al cuello. Era una moneda, igual a las que su profesora y él habían encontrado. La niña la llevaba colgada como si fuera una medalla. Altea se dio cuenta de que Marcos miraba su colgante y lo resguardó entre sus manos. Le  dijo que era el regalo que su padre le había hecho al cumplir 10 años. Ana se aproximó a la muchacha y le preguntó por el significado de la medalla. La niña se echó a reír, ¿cómo era posible que alguien en el reino no supiera que se trataba de la joya más valiosa que poseían, y que pertenecía al escudo del castillo?
Fue así como Marcos y Ana conocieron la historia de la moneda.

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